«No he sentido ninguna dificultad por mi procedencia»
Torrejoncillano de 56 años, ha logrado ganar cinco legislaturas consecutivas en el municipio vizcaíno de Etxebarri
ESMERALDA RODRÍGUEZ VAQUERO
Domingo, 9 de diciembre 2007, 01:48
Si a Pedro Lobato le hubieran dicho, cuando abandonó su Torrejoncillo natal, que acabaría siendo alcalde del municipio de Etxebarri durante dos décadas de su vida, seguramente no lo habría creído. Casado y padre de tres hijos, aficionado a la fotografía, al fútbol y amante de la enseñanza, profesión que ejerció 20 años, este torrejoncillano afincado en Vizcaya confiesa sentirse «muy ilusionado» porque desde Extremadura se interesen por su trabajo. Aunque no tiene en mente volver a Torrejoncillo para quedarse, sí contempla acudir más una vez que concluya su intensa labor política.
-¿Por qué decide marcharse un torrejoncillano al País Vasco?
-Yo me marché siendo muy pequeño, por tanto la decisión fue de mis padres que, como muchos otros, optaron por buscar fortuna en otras zonas.
-¿Cuánto tiempo ha pasado desde que emigró?
-Antes estudié en Trujillo y Madrid mientras mis padres vivían y trabajaban en Bilbao. Las vacaciones las disfrutaba en Torrejoncillo. Llevo casi 50 años lejos mi localidad natal.
-¿Suele regresar con frecuencia?
-Sí, y más ahora que mis hijos han ido haciendo amigos y amigas y son ellos los que lo piden. En los últimos tres años hemos ido más de diez veces en distintos momentos y fiestas, pero siempre por poco tiempo.
-¿Se considera más extremeño o más vasco?
-Cuando me preguntan mi procedencia digo con orgullo que soy extremeño, pero estoy totalmente integrado en Euskadi y mi esposa y mis hijos nacieron en esta tierra tan bonita, aunque por circunstancias por todos conocidas se haya distorsionado su imagen.
-¿Tiene intención de regresar algún día?
-Regresar no, pero cuando me jubile tendré tiempo para estar temporadas más largas en mi pueblo natal.
Política
-¿Siempre le interesó la política?
-Nunca. Yo aparecí en política porque una asamblea de vecinos descontentos me eligió por unanimidad para liderar una candidatura independiente que gobierna con mayoría absoluta desde 1991 en Etxebarri, un pueblo que ha crecido, ha mejorado y se ha convertido en un municipio atractivo para vivir porque disfrutamos de una gran calidad de vida.
-Ha iniciado su quinta legislatura como alcalde de Etxebarri, ¿cómo se logra ganar cinco elecciones de manera tan aplastante?
-Ofreciendo cercanía y accesibilidad y practicando la máxima de que al ciudadano hay que darle la respuesta más eficaz, en el menor tiempo posible y con la mejor de las sonrisas. A veces no lo conseguimos, pero al menos lo intentamos.
-Además su partido, 'La Voz del Pueblo' (LVP) ha obtenido diez de los trece concejales del Ayuntamiento...
-Nos sentimos orgullosos de haber aumentado en cada confrontación electoral nuestro porcentaje de votos, lo cual refleja que, a pesar del desgaste que supone la acción de gobernar, los vecinos saben apreciar nuestro trabajo.
-LVP es una formación independiente, ¿qué ideología profesa?
-No profesamos ninguna ideología pues pertenecemos a un grupo variopinto, mezcla de muchas sensibilidades, y sólo nos dedicamos a la gestión del municipio, sin permitir que el debate político partidista llegue al pleno municipal e impida o frene la mejor o más rápida gestión de los recursos.
-¿Cuáles son sus pautas a seguir?
-Nosotros somos vecinos, por ello sentimos y practicamos que somos pueblo y trabajamos exclusivamente para y por la mejora de Etxebarri. Hemos promocionado la participación ciudadana y nos sentimos arropados. En 1991 yo era el único alcalde independiente, hoy somos 59 alcaldes en Euskadi.
-¿Se encuentra con más trabas para lograr sus objetivos en el Ayuntamiento por no pertenecer a uno de los principales partidos de la escena política?
-En la primera legislatura soportamos el acoso de los partidos y el ninguneo de las instituciones, pero nuestro trabajo y los resultados nos han consolidado y hoy nuestra labor se reconoce y se premia. Somos Premio Euskadi 'A la movilidad sostenible y a la mejora de la calidad de vida' concedido por el Gobierno Vasco.
-Resulta llamativo que en la localidad que gobierna, de apenas 8.000 habitantes, cuenten incluso con metro...
-Un metro que llega cada tres minutos y nos pone en el centro de Bilbao en diez; tenemos un autobús municipal que cada 15 minutos nos traslada al metro y a todos los servicios municipales, dos polideportivos cubiertos, piscinas climatizadas, un centro médico estupendo, dos hogares de jubilados, 24 zonas de juegos infantiles, más de 250.000 metros cuadrados de parques y aún más. Cuando cuento esto me siento orgulloso de nuestro trabajo en los más de 16 años de Alcaldía.
-¿Cuál es la mayor dificultad con la que se ha encontrado en estos 16 años?
-La lista podría ser muy larga pero me quedo con nuestra negativa a la construcción de una planta productora de ácido clorhídrico que hubiera hipotecado el futuro del pueblo. Era nuestro comienzo y nos creó muchas dificultades, tuvimos que sufrir presiones de partidos y de empresas. Hoy nos sentimos muy orgullosos de no haberlo permitido.
El día a día
-¿Cómo transcurre la vida de un extremeño en el País Vasco ocupando una Alcaldía?
-No he sentido ninguna dificultad especial por mi procedencia. Aunque la vida de alcalde es dura siempre, ganas en experiencia y en eficacia año a año. En mi caso, la trayectoria durante todos estos años me proporcionan seguridad así como el reconocimiento de los vecinos y las instituciones.
-En general, ¿cómo observa la situación de la región extremeña?¿Muy diferente a como estaba cuando usted se marchó?
-Ha mejorado en infraestructuras y servicios asistenciales pero sus principales nichos de oportunidad, la agricultura y la ganadería, se han estancado y el empleo es precario.
-¿Es tan distinta la forma de vida de ambas comunidades?
-Aquí gozamos de mayor calidad de vida pero no disfrutamos de la tranquilidad y seguridad que hay en Extremadura.
-¿Ha sentido en alguna ocasión algún tipo de amenaza o miedo?
-No he tenido amenazas ni tampoco cuento con escolta porque me dedico exclusivamente a la gestión del municipio sin mostrar públicamente ningún partidismo que no sea la defensa de la vida y mi oposición al empleo de la violencia para imponer las ideas, provenga de donde provenga.
-¿Ve factible y posible la solución al conflicto vasco?¿Se ha dejado sentir la ruptura de la tregua de ETA?
-Claro que se ha notado. Será difícil una solución si sólo se actúa a nivel policial y judicial. Pienso que cualquier conflicto debe resolverse en una mesa dialogando. Los finales de muchas guerras se han logrado con negociación o intermediación. ¿Es que hay algo que valga más que una vida?
-¿Es tan difícil la situación de los políticos en Euskadi?
-Desgraciadamente sí, para algunos más que para otros. Es lamentable que algunos compañeros y compañeras tengan que llevar escolta por defender sus ideas.