«La Fórmula 1 es un sueño, pero no la única salida»

Con 24 años, Lino Vital García-Verdugo está viviendo un sueño con la intensidad de un niño. Cacereño, ingeniero industrial por la Universidad de Comillas de Madrid y apasionado de la automoción, Lino intentó encontrar trabajo en Motorsport Valley después de licenciarse, pero como él mismo reconoce, Cáceres está muy lejos de Inglaterra, incluso, para conseguir una simple entrevista de trabajo. No tiene coche ni carné de conducir, en su casa, la reparación más complicada con la que se ha atrevido es un pinchazo de su bicicleta, pero en su correo electrónico ya hay información confidencial de McLaren. Cuando le brindaron la oportunidad de la beca Cajastur no se lo pensó. «¿Lo dejarías todo por venir con nosotros?» No les dejó terminar. «Sí».

-¿De dónde le viene su interés por la automoción deportiva?

-Durante mis estudios me especialicé en mecánica, los temas de la automoción, el diseño y la investigación siempre me han gustado, pero en España, las posibilidades de una formación especializada en la alta competición son casi nulas.

-Y buscó fuera.

-Al licenciarme mandé mi currículum a empresas del Motorsport Valley, pero era más una ilusión que una posibilidad real. Allí llegan cartas de todas partes del mundo, y desde Cáceres es muy difícil conseguir una entrevista.

-Pero aparecieron las becas Fernando Alonso. ¿Cómo fue la selección?

-Lo normal, currículum vítae, expediente académico, cartas de recomendación, pruebas de idioma si pasabas la criba tenías que mandar una carta en inglés explicando a la Brookes University tus motivaciones, y al final llegabas a una entrevista personal en Madrid.

-¿Qué le preguntaron?

-Un poco de todo. Buscaban el perfil de alguien con muchos conocimientos, pero también con mucha vocación. Querían saber si leía prensa especializada, lo que me gustaba, y mucha información técnica que no podía tener sólo por ser ingeniero, si lo dejaría todo por venir

-¿Y qué contestó?

-No les dejé terminar, les dije que sí, por supuesto.

A las nueve de la mañana de día siguiente, Lino contestó al teléfono, cuando colgó ya tenía los dos pies en Oxford.

-¿Cómo se ha adaptado a la vida en Inglaterra?

-Cuando llegué creí que el choque iba a ser más intenso, pero la verdad es que lo estoy llevando bastante bien. Hay cosas que cuestan más, como la comida, pero es un mal menor, porque estoy haciendo lo que más me gusta. Además, vivir aquí es muy parecido a hacerlo en Salamanca. Oxford es una ciudad muy universitaria, con mucho ambiente.

-¿Y cuando termine el curso?

-Como hasta ahora, estaré preparado, sabré lo que quiero, pero necesitaré un golpe de suerte.

-Para trabajar en una escudería de Fórmula 1.

-Trabajar en Fórmula 1 es un sueño, pero no la única salida para nosotros. La competición automovilística también son los karts, Le Mans o el Dakar.