Borrar
¿Qué ha pasado hoy, 18 de marzo, en Extremadura?
ABARROTADA. La calle del Sol, una de las vías urbanas más transitadas de Plasencia, en uno de sus momentos de 'esplendor' . / HOY
La milla de oro extremeña
REGIONAL

La milla de oro extremeña

Menacho en Badajoz y la del Sol en Plasencia encabezan la lista de las calles comerciales más caras de la región, según los profesionales del sector

ARACELY R. ROBUSTILLO

Lunes, 26 de noviembre 2007, 14:39

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

UN océano separa a la Quinta Avenida de Nueva York de la calle Menacho de Badajoz y de la del Sol en Plasencia. Kilómetros de agua y tierra se interponen entre ellas, pero también, un puñado de euros, 11.304 para ser exactos, la diferencia entre lo que tiene que pagar un empresario por un local comercial en la gran vía neoyorkina, y lo que abonan mensualmente los dueños de los negocios de las dos arterias extremeñas más inasequibles de la región.

El informe 'Main Streets Across the World 2004' de la consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield Healey & Baker arrojaba esta misma semana cifras 'escalofriantes' que hacían valedoras a sus titulares de la acreditación de 'Las calles comerciales más caras del mundo'. A la ubicada en la Gran Manzana, le siguen en este particular ranking los Campos Elíseos de París, la Causeway Bay de Hong Kong y New Bond Street en Londres. Entre los primeros puestos, el número doce, sólo una española, Preciados, de Madrid.

Lista extremeña

En Extremadura, los datos que nos separan de estas mamotétricas cantidades, configuran una lista mucho menos exclusiva de cara a un contexto internacional o nacional, y sin embargo, los expertos del sector no dudan en calificar de «disparatados» los derroteros que en los últimos años está tomando el sector en su vertiente mercantil.

Las calles Menacho y del Real, en Badajoz y Plasencia respectivamente, lideran la relación de las más prohibitivas en Extremadura, seguidas de la Avenida de España en Cáceres, Santa Eulalia en Mérida, Avenida de la Constitución en Don Benito, la calle Real en Almendralejo y la de San Francisco en Villanueva.

La tendencia a la concentración de las superficies comerciales hace que muchos empresarios opten por desembolsar más dinero para garantizar el éxito de sus negocios. Mónica López, gerente de la inmobiliaria Exclusivas Juan Antonio de Mérida, una de las más veteranas del sector en la capital de la región, afirma que, aunque sus clientes son conscientes de que están pagando el triple, prefieren hacerlo antes que invertir en un establecimiento que saben que no va a prosperar.

La situación se repite en todas las grandes ciudades extremeñas. Las inmobiliarias tienen claras las zonas comerciales de cada una de ellas, sobre todo porque su número es cada vez más limitado y se convierten en objetos de deseo cada vez más preciados. «En Cáceres hay tres calles de éxito: 'sota, caballo y rey' y cada vez menos gente apuesta por locales fuera de ese área porque saben que están avocados al fracaso», argumenta Toñi Aceituno, una profesional que lleva 12 años trabajando en la inmobiliaria cacereña Fernández Gil Cordero.

Además, los precios suben y bajan con las calles, de manera que los diferentes tramos pueden variar en función de los negocios que haya en cada uno o de la proximidad de algún otro elemento de atracción, como otras vías comerciales. Alberto García, gerente de Habitat, asegura que, en la mismísima Menacho, los euros se multiplican si nos acercamos a Juan Carlos I y se deprecian, si caminamos hacia Ramón y Cajal.

Al alza

Todos los entendidos comparten la opinión de que la situación a alcanzado límites que hace una década serían de 'juzgado de guardia' y lo reconocen con cierto pudor: «En los últimos tres o cuatro años se está registrando una tendencia al alza en los precios de los locales comerciales de determinadas calles. Se pagan verdaderas barbaridades por establecimientos de menos de 100 metros cuadrados», argumenta José Carlos de Luis, de la Inmobiliaria de Luis de Plasencia. La especulación está servida y para muchos no tiene remedio, ¿o sí?.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios