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BALONCESTO

Ni fiesta nacional, ni noche histórica

José Calderón condujo a los Toronto Raptors a la victoria en Memphis en el duelo de españoles de la NBA Garbajosa no jugó, Navarro muy poco, y Gasol estuvo gris

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Viernes, 23 de noviembre 2007, 02:01

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La noche de la hispanidad en la NBA al final se quedó sólo en noche. Desde hace semanas se hablaba de que los amantes del baloncesto disfrutarían de un partido histórico, la primera vez que cuatro españoles coincidían sobre el parqué en la liga norteamericana. Pero no pudo ser. No hubo derbi, como se hubiera dicho a este lado del Atlántico. Un día antes ya se conocía la noticia de que Jorge Garbajosa se lo perdería al detectarle los médicos de Toronto algo «extraño» en su tobillo. Horas después el madrileño decía a la prensa española que se encontraba en perfectas condiciones, luego, ¿dónde estará lo 'extraño'?, ¿en su tobillo o en la actitud de su equipo? Garbajosa tuvo que cambiar el chándal rojo y blanco de faena por un traje tan oscuro como la situación que padece en su equipo.

Pero el '4' de los Raptors no es el único damnificado de la fallida 'spanish night'. El extremeño José Manuel Calderón fue decisivo en el triunfo de los canadienses y dirigió bien al equipo, pero no aprovechó la lesión de Ford para demostrar que él debe ser el base titular. Gasol estuvo por debajo de su condición de estrella, Navarro no pasó de los diez minutos de juego y en la segunda parte sólo permaneció en la cancha unos segundos. Es curioso, los justos para darle una asistencia a Gasol, algo que por decreto deberían obligar a los compañeros del pivot catalán.

También es curioso que si el novato de los Grizzlies falla un par de tiros seguidos se queda en el olvido del técnico Marc Iavaroni, algo que no sucede con las continuas 'pedradas' de Gay, Swift o Warrick. Pau estuvo discreto en la derrota de Memphis ante Toronto (89-95), pero es que lo de este equipo no tiene nombre. Basta un dato: En diez minutos menos, Swift tiró los mismos tiros que Gasol (11). Gay (pretendida estrella de la franquicia) lanzó seis veces más (17) pese a que anotó sólo 5. Un desperdicio.

Mal partido

Para más inri, el duelo Memphis-Raptors no dio para mucho. Al menos no se resolvió hasta los minutos finales, con Calderón y compañía más acertados que los locales, que no saben a qué deben jugar (ni con qué armas) cuando se acercan los minutos de la verdad.

Calderón fue titular

Calderón jugó por primera vez esta temporada como titular. Disputó 40,32 minutos por la ausencia de Ford y quizá fue eso lo que le desconcertó. Pese a tener el doble de minutos sumó poco más de lo que ofrece en apenas 19. Bien en el apartado colectivo, donde hizo jugar a los suyos, pero mal en el aspecto individual, con 4 de 13 en tiros para 10 puntos, inusual en el de Villanueva de la Serena. Repartió 8 asistencias, dos más de su media, aunque pudieron ser más si los Raptors hubieran afinado la puntería (36 de 92) en el lanzamiento de dos.

Toronto se apoyó en los números de su all star Chris Bosh, con 22 puntos y 19 rebotes, a lo que añadió seis jugadores con 10 o más puntos. Bosh sí ejerció de auténtico líder y recordó al del año pasado, pese a que sufrió la ira de los árbitros, que no le permitieron más de 33 minutos por faltas. La cuarta la hizo poco después de empezar el tercer cuarto, por lo que Mitchell lo sentó. Memphis no supo aprovechar la gotera rival, ni nadie pensó en intensificar los balones a Gasol. A veces uno se pregunta para qué sirven tantos ayudantes técnicos.

Toronto, sin hacer nada extraordinario, supo cerrar mejor el partido. De la mano de un serio Calderón, y apoyado por actores de reparto como Delfino (gran final el del argentino), Kapono o Moon, atacó con criterio en los últimos minutos, todo lo contrario que Memphis, que padece este síndrome desde el primer partido de liga. Un parcial de 0-9 cuando agonizaba el cronómetro dejó el choque sentenciado y una nueva derrota en el casillero de los Grizzlies, que venían de apalizar a Seattle con un gran juego de ataque por encima de 120 puntos. Iavaroni no se acordó de Navarro en la segunda mitad. Pensaría que no iba a repetir los 8 de 9 triples que metió a New Orleans. Tal vez se acuerde de él en la revancha del duelo de españoles el próximo miércoles, en Toronto, un partido que será histórico para el baloncesto español si desaparece esa cosa «extraña» detectada en el tobillo de Garbajosa. sube

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