La inmersión más placentera
Más de mil años después, Badajoz vuelve a contar con un servicio de baños árabes Baraka al hammam es el nombre de un local pionero que abrirá en noviembre junto a La Soledad
J. L. G.
Domingo, 21 de octubre 2007, 13:29
Luz tenue, música instrumental andalusí, pasillos con una arquería que recuerda a La Alhambra, fuentes... Y piscinas con agua a distinta temperatura. A partir de noviembre Badajoz ofertará por primera vez baños árabes. Serán en el local que está siendo reformado en plena Plaza de la Soledad por la empresaria Olga Rejas, que ha decidido retomar en pleno siglo XXI una tradición que hace más de mil años era algo cotidiano en esta ciudad de origen musulmán.
«Los baños árabes eran antigüamente sitios de encuentro social y ahora se plantean como contrapunto al trepidante ritmo de vida que llevamos. Aquí el lema es sumérgete en un ritual para los cinco sentidos».
A 16, 36 y 40 grados
'Baraka al hammam' es el nombre de este nuevo local de relax de 150 metros cuadrados que dispone de tres piscinas a distintas temperaturas -16, 36 y 40 grados- , pues combinando las inmersiones en ellas los beneficios para el organismo son múltiples. Según Olga Rejas, «el agua no tiene ni bromo ni cloro, sino que usamos generadores de ozono, que es el método natural más potente y eficaz para eliminar las bacterias del agua y al mismo tiempo evita cualquier tipo de irritación ocular».
Existen además varias salas para masajes que también se ofrecen como tratamientos independientes y que están basados en la chocolaterapia, la vinoterapia y la cafeterapia. «Y al final es posible tomar un té árabe para reponer azúcares y minerales», explica Olga Rejas, que montó el negocio animada por su padre, Eugenio, y por la pasión que siente hacia todo lo relacionado con la cultura árabe, de ahí que fuera co-fundadora de la tetería más antigua de la ciudad, Bossanova, en Valdepasillas.
El funcionamiento de estos baños árabes se basa en circuitos de hora y media con una capacidad máxima de 12 personas y durante el cual es posible disfrutar de masajes -con cita previa-, de 15 ó 30 minutos. En total el servicio estará atendido por tres quiromasajistas, además del personal de limpieza y recepción, que cuidará al máximo detalle un ambiente que se puede intuir desde la misma entrada gracias a una fachada en la que el artesano ebanista Eduardo Holguín ha reproducido algunos elementos arquitectónicos característicos del mundo musulmán.
Cada día habrá siete turnos en un horario continuado de 10 a 22 horas, aunque los viernes y los sábados amplían con un turno más hasta la media noche. Sólo disfrutar de los baños sale por 17 euros y con masajes 22 ó 28 euros, según la duración.
